Día Internacional de la Igualdad Salarial
En el #DíaInternacionaldelaIgualdad Salarial visibilizamos una de las brechas más persistentes en el mundo laboral: la diferencia salarial entre hombres y mujeres. A nivel global, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por trabajos de igual valor, una situación que obstaculiza la equidad y el desarrollo sostenible. En España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la brecha salarial de género se sitúa en torno al 18,36%, lo que significa que las mujeres ganan, de media, casi un 18% menos que los hombres. Este es un problema estructural que afecta a todos los sectores y debe abordarse con urgencia.
En el caso de la Comunitat Valenciana, la situación no es muy diferente. Según datos recientes, las mujeres valencianas perciben alrededor de un 20% menos que los hombres en empleos de igual responsabilidad y condiciones. Estas cifras reflejan la necesidad de seguir avanzando en políticas de igualdad y concienciación sobre la importancia de la equidad salarial. A pesar de los esfuerzos legislativos y la creciente sensibilización social, la brecha salarial sigue siendo un desafío latente en nuestra región.
Las empresas tienen un papel fundamental para reducir esta brecha y promover la igualdad de oportunidades:
-Adoptar medidas como auditorías salariales periódicas
-Establecer criterios claros y transparentes para la promoción interna
-Fomentar políticas de conciliación entre la vida personal y profesional son algunos pasos efectivos.
-Garantizar que tanto mujeres como hombres tengan acceso a oportunidades de desarrollo y formación en todas las etapas de su carrera, lo que contribuirá a una mayor equidad en el entorno laboral.
-Crear una cultura organizacional inclusiva.
-Promover la igualdad desde la base, con una política de contratación equitativa y un enfoque en el liderazgo inclusivo, ayudará a combatir no solo la brecha salarial, sino también las desigualdades en otros aspectos del trabajo.
El Día Internacional de la Igualdad Salarial nos recuerda que la igualdad no es solo una cuestión de justicia social, sino también una palanca de competitividad y sostenibilidad para las organizaciones.